Si no te gusta el ajo crudo o si te encanta el ajo pruébalo asado. El sabor es delicioso, mezclado con mantequilla para untar sobre el pan, en los aderezos o en las cremas como el hummus.
Se prepara así:
Pela las cáscaras delgadas del ajo y córtale el tallo para exponer un poquito los dientes .
Pon el ajo sobre un papel aluminio y rocía con un poquito de aceite de oliva.
Envuelve el ajo en el papel aluminio para que quede completamente cerrado y lleva al horno a 180ºC por 30 o 40 minutos.
Saca el paquete del horno, espera a que enfríe un poco y exprime o pela los dientes de ajo cocidos.
Puedes hacer una pasta o guardarlos enteros cubiertos por aceite de oliva en el refrigerador.

